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Depilación Definitiva

La depilación definitiva consiste en destruir mediante calor las raíces de los pelos para que éstos no vuelvan a crecer. Existen dos sistemas: uno por luz pulsada y el otro a través de láser. Lo más moderno es el láser -de diodo o de alexandrita- un método más efectivo, ya que permite llegar a temperaturas más altas para tratar los folículos pilosos, que es donde se encuentran las raíces de los vellos.

En una primera consulta -que suele ser gratis- se analiza el foto-tipo de la piel, el color y grosor del pelo y la presencia o no de alteraciones hormonales, entre otros factores. Ahí se define la cantidad de sesiones (según la edad, sexo, metabolismo y zona a depilar), los intervalos entre sesión y sesión y los cuidados posteriores.

Por eso es importante recurrir a centros que cuenten con un respaldo médico -manejados por dermatólogos o cirujanos plásticos- y que todos sus equipos estén aprobados para evitar el riesgo de infecciones, manchas en la piel, cicatrices y quemaduras, y asegurarse el control adecuado y la eficacia del tratamiento.

Una duda -o prejuicio- que puede surgir frente a la depilación definitiva es si el tratamiento es doloroso. En un estudio sobre depilación definitiva realizado en la Argentina en 2018 por la marca Candela, 8 de cada 10 mujeres aseguraron haber sentido poco dolor (56%) o ningún dolor (23%). En ese sentido, los especialistas aseguran que la sensación que produce el láser es similar a un hormigueo, un pinchazo o un pequeño pellizco.

Cuánto tarda en hacer efecto
En cada sesión de depilación definitiva se trabaja sobre los vellos que se encuentran en etapa de crecimiento activo, que es cuando contienen abundante melanina y, por lo tanto, son más receptivos al efecto del láser.

En las semanas siguientes aparecen algunos nuevos pelos que se encontraban en fase de transición (o reposo) y una vez que progresan a la fase activa se los somete también al láser.

Algunos consejos para obtener mejores resultados durante las sesiones:

  • Rasurarse el día anterior con maquinita de afeitar la zona a tratar. Y también entre sesión y sesión para que el láser trabaje de forma más efectiva.
  • Exfoliar la piel bajo la ducha con alguna crema pulidora.
  • Una semana antes de cada sesión, hidratar la piel con crema.
  • Desde varias semanas antes, no depilar la zona con cera ni utilizar pinza o máquina eléctrica.
  • No tomar sol al menos tres días antes y tras la depilación, evitar la exposición al sol entre uno y tres días.
  • No usar ropa ajustada inmediatamente después.

Qué consecuencias tiene hacerse la depilación definitiva

Aunque se la conoce como definitiva, es importante aclarar que se trata de una depilación prolongada. Una vez terminado el tratamiento, serán necesarias sesiones adicionales de mantenimiento cada tres meses al comienzo y luego cada uno o dos años ya que, aunque en forma esporádica, siempre aparecerán nuevos vellos.

La depilación definitiva es muy recomendada por los dermatólogos en casos de foliculitis (pelos encarnados), ya que contribuye en gran medida a combatir esta patología. Además, el láser ayuda a mejorar la textura y la elasticidad de la piel ya que activa el colágeno y la elastina brindando mayor suavidad.

Algunos tips para tener en cuenta:

  • Los vellos más gruesos absorben más energía y responden mejor que los finos.
  • El láser es más efectivo en los pelos negros, marrones y castaños que en los claros.
  • Los pelos rubios y pelirrojos -con niveles bajos de melanina- demandan más sesiones.
  • En la mujer joven adulta, la cantidad de folículos pilosos es estable (ya quedó definida en la pubertad), por lo que una vez destruidos en su totalidad se habrá logrado, en la zona tratada, una depilación definitiva.
  • La depilación definitiva no resulta eficaz en el pelo canoso ya que no contiene melanina. Por esta misma razón, los pelos de la nariz y las orejas -que aparecen en la adultez- es conveniente que sean tratados antes de que encanezcan.
  • Las mujeres pueden realizarse depilación definitiva a partir de su desarrollo (entre los 11 y los 14 años). En general, quienes recurren al tratamiento a edades muy tempranas lo hacen por padecer problemas hormonales que les provocan un excesivo crecimiento de vello. Si bien se observan buenos resultados, no son tan efectivos como en la juventud y es muy probable que sigan apareciendo nuevos folículos ya que el crecimiento del vello puede durar hasta los 18 años.
  • Y una recomendación estricta: una vez que se comienza un tratamiento de depilación definitiva, no volver a recurrir a la depilación con cera ya que la misma quita la raíz, que funciona como “conductora” para que la energía láser llegue hasta el folículo para retirar el pelo

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